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ECUETRO SOBRE EL PSICOAÁLISIS
E EL MEDITERRÁEO
El 4 de Noviembre tuvo lugar en Barcelona el primer encuentro de la Asociación Española de
Historia del Psicoanálisis (AEHP), en proceso de constitución, bajo el título "EL
PSICOANÁLISIS EN EL MEDITERRÁNEO. RECEPCIÓN DE LAS IDEAS DE
SIGMUND FREUD EN ESPAÑA, FRANCIA E ITALIA. PERPECTIVAS".
Esta asociación, naciente, surge dentro del marco de la AIHP (Asociación internacional de
historia del psicoanálisis) fundada en 1985 bajo el impulso de Alain de Mijolla, analista didacta
de la S.P.P.(Sociedad Psicoanalítica de París), y actual presidente de la AIHP.
La AIHP se caracteriza por ser una entidad analítica abierta a todos, independientemente de su
adscripción analítica, y su objetivo es el estudio de la historia del psicoanálisis (las ideas, las
obras, los analistas, las instituciones, el movimiento analítico, las circunstancias socioculturales
implicadas.) Promueve, además, la adscripción y colaboración de profesionales no analistas
que puedan contribuir al estudio de la historia del psicoanálisis, como historiadores,
sociólogos, literatos, artistas.
La AIHP tiene miembros en diferentes países (Francia, Alemania, Inglaterra, Italia, Argentina y
ahora España), donde se organizan diferentes grupos de trabajo, y celebra encuentros
internacionales cada dos años.
Dando testimonio de la orientación abierta de esta asociación, el acto celebrado en Barcelona
estuvo auspiciado por grupos analíticos de orientaciones diversas, la AIPH, la Asociación Bick
España, Apertura, la Escola de Clínica psicoanalítica amb nens i adolescents, Gradiva, Grup
del dimecres, Logos Clínica Psicoanalítica y Trobada Psicoanalítica de Girona.
El evento consistió en una mesa redonda en la que se trató de configurar sintéticamente la
recepción de las ideas de Freud en diferentes países del Mediterráneo y sus avatares, así como
las perspectivas y el futuro.
Tomó la palabra, en primer lugar, el Presidente de la AEHP ,Roberto Goldstein, que precisó los
objetivos de esta Asociación, coincidentes con los de la AIHP, anteriormente expuestos.
Precisó que si bien esta Asociación nace en Barcelona, aspira a ser nacional.
Continuando con la presentación del encuentro y de la Asociación , el Dr. Alain de Mijolla,
psicoanalista miembro de la SPP (Sociedad Psicoanalítica de París), precisó que tanto la AIHP
como la AEHP son asociaciones que no están ligadas a ninguna institución psicoanalítica
particular y que están abiertas a todos los estudiosos del tema más allá de las querellas de
escuelas, tanto a los psicoanalistas como a los historiadores, sociólogos, antropólogos. Su
objetivo es promocionar grupos de trabajo y reuniones públicas, así como relacionar el
psicoanálisis con el mundo cultural en que nos encontramos, y abrir una investigación sobre
ideas y hechos históricos, en la búsqueda de la verdad de los hechos.
A continuación intervinieron los ponentes de la mesa redonda, coordinada por Roberto
Goldstein.
El primer ponente, Vicente Bermejo (Valencia), que pertenece al Instituto de Psicoanálisis del
Centro Psicoanalítico Valenciano (perteneciente a la Asociación Psicoanalítica de Madrid)
explicó que empezó a estudiar la historia del psicoanálisis a partir de una investigación (es
autor de una tesis doctoral titulada "La institucionalización del psicoanálisis en España en el
marco de la A.P.I.") pero acabó apasionándose por este asunto. Sostiene que en España ha
habido un interés efectivo por Freud y por el psicoanálisis aplicado, interés diferente al que han
tenido otros países del área geográfica o cultural, a pesar de que el psicoanálisis ,
institucionalizado ha tropezado con serias dificultades. De hecho, hoy si se accede a la base de
datos de las Tesis Doctorales registradas en España en los años 80 y 90 con la entrada
psicoanálisis este fichero arroja más de 80 tesis doctorales registradas, varias de ellas abordan
temas de Historia del Psicoanálisis: es decir, se dispone de cierta investigación sobre Historia
del Psicoanálisis en España que permite acceder a la documentación, formarse juicios y valorar
la presencia de las ideas freudianas y psicoanalíticas en España.
Defendió la necesidad de hacer un esfuerzo por preservar la metodología histórica, en base a la
idea de que el psicoanálisis es patrimonio de la humanidad y que se ha de respetar mas allá de
las distintas orientaciones de los que lo practican. En la historia del psicoanálisis en España
destaca dos figuras clave antes de la guerra civil, dos psicoanalistas españoles: Angel Garma y
Miguel Prados Such. El primero fundó la Asociación Psicoanalítica Argentina y el segundo,
menos conocido, hermano de un poeta de la generación del 27, se exilió y vivió en Canadá,
donde fundó la Asociación Canadiense de Psicoanálisis. Este psicoanalista fue tan insigne, que
consiguió ser miembro titular sin pasar por un análisis didáctico.
Sostuvo también que en España hubo una buena y temprana acogida y difusión de las ideas de
Freud, así como de su obra. Por ejemplo hay una traducción de las OC de Freud de 1922, obra
que fue leída a fondo por los intelectuales de la época. Pero a diferencia de otros países, la
marca española en relación a la recepción de las ideas freudianas, tanto a nivel de los clínicos
como de los intelectuales, es la conservación de un espíritu crítico e independiente frente a ella.
Entre los intelectuales de la época destacados, por su labor de difusión del pensamiento y obra
freudianas: José Ortega y Gasset y Gregorio Marañón. Señaló también que la influencia de la
obra freudiana se advierte en los escritores de la generación del 27, que la tratan con respeto y
con una finalidad pragmática.
En general, el psicoanálisis es tomado en España por su vertiente pragmática, aplicada, más
que de formación o de elaboración teórica. Esta razón ayuda a entender el hecho de que la
institución analítica surja en nuestro país tardíamente. Se podría argumentar que la guerra civil
es un elemento paralizador , pero esta razón no resulta suficiente. Al estudiar las sociedades de
psicoanálisis en España se advierte que se desarrollan, solo cuando también la psiquiatría y la
psicología están en expansión. Vicente Bermejo sostiene que en nuestro país triunfó el
psicoanálisis aplicado, así por ejemplo los clínicos, como es el caso de Angel Garma o
Gregorio Marañón, se acercan al psicoanálisis para repensar la clínica y encontrar respuestas a
sus preguntas.
Así mismo considera que la hipótesis de que la cultura católica impide el desarrollo del
psicoanálisis en España, y que ello determina la tardía formalización de la Asociación, es
también insuficiente. Ni la guerra civil, ni el catolicismo, dan cuenta del fenómeno, que, en su
opinión, se debe más a la forma de acercamiento crítico que adoptaron tanto los clínicos como
los intelectuales, que rechazaron un exceso de formalización o institucionalización.
En segundo lugar, Alain de Mijolla tomó de nuevo la palabra para tratar de la historia del
psicoanálisis en Francia. Expuso que al principio, hasta 1920, había una dificultad en aceptar
las ideas de Freud, por considerarlas demasiado cercanas a las tesis de Janet sobre la hipnosis,
con las que se tendía a confundirlas. Por otra parte se las tachaba de « licenciosas » debido a
las referencias a la sexualidad. Es Flournoy, en Ginebra, quien primero se interesa, hacia 1900,
por la teoría de los sueños, pero refiriéndose a Freud como neurólogo y psicopatólogo. Sin
embargo en 1896 hace mención de la palabra psicoanálisis.
En Francia las resistencias a la obra de Freud se basaban en:
- la crítica del pansexualismo
- la crítica de la sexualidad infantil
- la crítica al peligro de la transferencia por los excesos que temían derivados de ella.
A los clínicos franceses les interesó sobre todo, el método del interrogatorio de enfermos. En lo
que hace al estudio sobre la histeria apuntan, por medio del interrogatorio, a hacer responder al
enfermo del origen secreto de su enfermedad con la idea de que así se curarían. La guerra de
1914-1918 detiene el desarrollo de la obra freudiana. Posteriormente aparecerá el primer libro
sobre psicoanálisis, de Hennard, pero no se hablará de él porque es alemán. Habrá que esperar
a 1920 para que aparezca la primera traducción en francés de un texto psicoanalítico, publicada
en Ginebra, dato que hace aparecer la importancia de Suiza en la transmisión del psicoanálisis
a Francia, además del personaje de Jung.
A partir de este momento, en Francia se dará una cadencia repetitiva de moda, rechazo, y
olvido del psicoanálisis.
En 1920-30 son los literatos y surrealistas los que se interesan por la disciplina freudiana. Por
su parte los jóvenes psiquiatras intentan domesticar al psicoanálisis y hacer psiquiatría
psicoanalítica. En 1936 aparece un excelente libro de P.Male, que sin embargo cae bajo el
silencio por considerarse al psicoanálisis una ciencia judía. Tras la guerra, una nueva
generación de psiquiatras comunistas y liberales intentará que la Sociedad Francesa de
Psicoanálisis se abra a los psicólogos, entre ellos Daniel Lagache. En esa época hay una gran
demanda por aprender psicoanálisis y se crea, dentro de la SPP, el Instituto de psicoanálisis.
En 1953 debido a la disconformidad existente respecto de la formación que se dispensa a los
candidatos , se produce una escisión en la SPP, constituyéndose por una parte la As. Francesa
de Psicoanálisis bajo el liderazgo de Nacht, y la Escuela Francesa de Psicoanálisis con
Lagache, Boutonnier, F. Dolto y J. Lacan.
Durante más de diez años se dará una creación continua de sociedades de psicoanálisis que
rivalizan por mostrar quien es la mejor. Se trata de generaciones conflictivas y muy vivas, que
posibilitan que, más allá de sus disputas, el psicoanálisis se aplique en las instituciones clínicas,
y que el gran público lo conozca e incluso viva de cerca sus conflictos y escisiones.
Existen en esa época dos bloques hostiles al psicoanálisis: la Iglesia católica y los marxistas.
Sin embargo la emergencia en los años 60 del fenómeno J. Lacan que permitirá superar las
críticas cesen y posibilitará la aceptación por parte de católicos y marxistas de la doctrina
analítica.
Lacan llegará al gran público, hasta el extremo de que un libro tan difícil de leer como sus
Escritos, se convertirá prácticamente en un best-seller.
A partir de 1968 la Universidad se abre para el psicoanálisis con Leclaire y J.A.Miller en
Vincennes. En 1967 Laplanche y Pontalis publican el Diccionario del psicoanálisis. La Escuela
Freudiana funciona con todo su esplendor, cuando la enfermedad de Lacan y su muerte
provocan un bloqueo en el mundo del lacanismo. En general, es ésta una época en que el
psicoanálisis se introduce con fuerza en la psiquiatría y en los debates sobre la psicoterapia .
En Francia se tiene que reconocer, aunque se tenga una orientación diferente, que Lacan ha
permitido pensar a los psicoanalistas franceses acerca de lo que hacían en la clínica y que ese
ha sido su aporte más fundamental.
Contrariamente a España, en Francia no se han podido publicar aún las OC de Freud.
Actualmente hay más o menos unas cinco mil personas que dicen ser psicoanalistas. Unas mil
se inscriben en la IPA, y los otros pertenecen a otras tendencias.
El tercer ponente, Gianfranco Nicolussi, psicoanalista italiano perteneciente a la Sociedad
Psicoanalítica Italiana ,formado en la Argentina y vuelto a Verona, su lugar de origen, donde
vive desde hace quince años, practicando y enseñando el psicoanálisis.
Comentó que en la Italia contemporánea de Freud, el psicoanálisis era antropológico , ya que
sólo se consideraba científico lo anatómico y lo físico - químico.
A principios del siglo XX, un joven italiano de Trieste, Eduardo Weiss, fue a Viena a estudiar
Medicina. Allí inicia su formación en la obra de Freud y entrará en la Asociación Psicoanalítica
Internacional. Al regresar a Italia funda la primera Asociación Psicoanalítica Italiana antes del
nazismo ,en 1920. Es la época austríaca del psicoanálisis italiano, que será reemplazada
después de 1945 por la etapa americana.
En 1913 se comienza a traducir parte de la obra freudiana, pero al final de la primera guerra
mundial se detiene esta tarea.
En 1932 Weiss refunda en Roma la Sociedad Italiana, que será reconocida por la IPA. Si
embargo desde 1930 el fascismo interfirió en el mundo intelectual. Desaparecieron los
colegios de psicología. El fascismo no aceptaba la proximidad entre normalidad y patología,
pese a lo cual no se opuso del todo al psicoanálisis ni éste al fascismo. El régimen prohibió el
ingreso de la sociedad italiana en la IPA , además de prohibir la publicación de una revista de
psicoanálisis, razones que empujaron a los integrantes de esta primera Asociación a exiliarse a
Estados Unidos y Venezuela sobre todo.
Con la llegada de los americanos en 1945 retorna de nuevo el psicoanálisis.
Se restauran las escuelas de psicología y comienzan las publicaciones de tipo clínico y teórico.
Por tercera vez se refunda en 1947 la Sociedad de Psicoanálisis. Se realiza un Congreso en
Roma sobre la Agresividad. Vuelve a publicarse la revista Psique, de divulgación del
psicoanálisis y de diálogo con movimientos políticos de la época. Sin embargo en la opinión
pública los marxistas tienen desconfianza, ya que les parece que el psicoanálisis es americano.
También en la cultura se tiene desconfianza y en algunos ámbitos lo rechazan por verlo como
un producto de la sociedad de consumo.
Algunos jóvenes hacen la experiencia de crear una clínica ambulatoria de forma gratuita desde
donde ejercer el psicoanálisis.
En general se instaura como método aplicado a la psiquiatría, y bastantes analistas italianos son
reconocidos como titulares y didactas por la IPA.
En 1994 se legisla el título de terapeuta. Se funda una Escuela de psicoterapia de orientación
psicoanalítica. Se puede decir que en Italia todos los extremistas de izquierdas, de derechas y
en otra medida la Iglesia y los laboratorios farmacéuticos están en contra.
A continuación, cerrando las ponencias ,Laura Vaccarezza, psiquíatra, psicoanalista del grupo
Apertura , residente en Barcelona , trató sobre: Perspectivas, presente y futuro del
psicoanálisis. Desarrolla tres puntos:
En el primero trata del psicoanálisis en general, su descubrimiento y aceptación, que fue difícil.
El descubrimiento freudiano hizo que muchos de los propios analistas no pudieran soportar el
deseo inconsciente desvelado, dándoles la espalda por su efecto liberador y subversivo. Freud
creyó que crearía una corriente y un campo social con sus ideas. De ahí su frase dicha al ir a
E.E.U.U " Les vamos a llevar la peste". Sin embargo no parece que fuera así.
También se pregunta por la razón de tanta resistencia al psicoanálisis, respondiendo que tal vez
sea por el cuestionamiento de las certezas y del autoritarismo que conlleva.
En segundo lugar trata de la relación entre los analistas, y sus asociaciones, señalando que la
clave de su dialéctica gira en torno a estas cuestiones: ¿Cómo formarse como analistas? Cómo
garantizar esta formación?
Explica cómo la primera tentativa de creación de un Instituto de psicoanálisis en Berlín, en
1920, se saldó con la fundación de una institución para proteger a los psicoanalistas, institución
en la que donde el psicoanálisis no tenía cabida, el inconsciente quedaba fuera de juego .
Habló brevemente de los intentos de Lacan de promover otro tipo de institución analítica con
la fundación de la Escuela Freudiana de París en 1964 y la Escuela de la Causa Freudiana en
1980, después de la disolución de la Escuela Freudiana. Y añadió, que desde ese momento, en
nombre de Freud y Lacan se producen disoluciones, estallidos y formación de pequeñas y
grandes instituciones que tienen en cuenta todas ellas el elemento de la transferencia de una
manera colectiva.
Apuesta por una lectura de la historia de todos estos avatares por el lado de ver los síntomas
que se produjeron como efectos de una práctica, y pensar que cuando hay fenómenos de
ruptura es cuando se puede desvelar o abrir algo del psicoanálisis.
En tercer lugar habló del entorno social actual y de como ahora, el ser humano puede hacer
aquello que no se hubiera permitido soñar antes, a todos los niveles: las soluciones genéticas,
bioquímicas, tecnológicas etc. Pero en todo ello ¿dónde queda la responsabilidad del sujeto?
Ante esta pregunta es donde el psicoanálisis puede y debe decir algo que tenga en cuenta esta
responsabilidad en relación particularmente a los síntomas de nuestro tiempo.
Cuestiona también el estatuto del psicoanálisis, preguntándose si no tenderá a desaparecer a no
ser que se piensen nuevas formas de inserción en la sociedad , que tenga en cuenta lo que se
escucha ,de que la gente no quiere pensar demasiado, de que sólo quieren fármacos, de que no
aceptan venir mas de una vez a la semana...para concluir que esto que ahora se verbaliza de
esta manera, antes se enunciaba de otra. En este punto cita a Lacan ,quien dijo hay que
generar demanda haciendo saber lo que uno hace. Esto es así , pero lo que también hay que
saber, a mi entender, es que el psicoanálisis ha de coexistir con otros saberes, que no son ni
mejores ni peores , sino diferentes. Me parece aberrante intentar que la ciencia se ponga toda
ella en cuestión, si fuese así no progresaría, sin embargo no descarto algún encuentro puntual
con el científico en el trabajo día a día.
Y terminó su intervención , afirmando que, si el psicoanalista, atrincherado en sus prejuicios y
sus temores, no puede escuchar, no dejara surgir el inconsciente. Entonces ya no será la ciencia
sino el propio analista, quien vaya en contra del psicoanálisis.
Seguidamente se abrió un vivo debate, coordinado por Josep Mateo i Pol (AEHP, Girona), en
el que emergieron los siguientes puntos:
- la supervivencia del psicoanálisis y como la historia del mismo puede ayudar a ello.
- el peligro de fanatización y religiosidad psicoanalítica, a cuya mitigación puede contribuir el
estudio de la historia del psicoanálisis
- la necesidad detener en cuenta el origen del psicoanálisis, que no es sólo el de la escucha de
las histéricas, sino también las neurosis en niños estudiadas por Freud durante 10 años de su
trabajo.
- el estudio de la formación en psicoanálisis en las distintas orientaciones dentro de la IPA y
fuera de ella.
- el peligro de hacer una historia basada sólo en la propaganda para ignorar los errores, lo que
impediría aprender de estos errores.
- el hecho de que al hacer historia se tiene al mismo tiempo una teoría de la acción humana, lo
que la motiva y hacia donde se dirige, y que muchas veces es solo después de haberla
efectuado que se ven claras las motivaciones.
- ser cuidadosos en no hacer interpretaciones psicoanalíticas de la historia misma.
Por último, como broche final de la Jornada, tomó la palabra Gilda Sabsay de Foks,
psicoanalista didacta de la Asociación Psicoanalítica Argentina y presidenta de la ALHP
(Asociación Latinoamericana de Historia del Psicoanálisis).
Comentó que su interés por la historia del psicoanálisis se centraba en tratar de entender las
instituciones que albergan el psicoanálisis, la relación IPA/APA , esperando que a través de la
historia pudiera entender el presente.
Al entrar en el estudio de dicho tema, vio que había muchos aspectos que se repetían, pero que
cada repetición permitía una nueva elaboración, no era estéril.
Cree que se trata de entender, a través de los hechos, para buscar un futuro menos enmascarado
para el psicoanálisis, con menos negación en relación a los hechos mismos. Puso el ejemplo de
cuando se comete un asesinato y algunas personas lo ven. Cada una lo subjetiviza de forma
diferente pero el hecho ha existido y lo que no se puede hacer es negarlo.
Piensa que para alcanzar dicho fin, es necesaria la colaboración de otros profesionales. Piensa
que Freud se encerró y pagó caro su encierro.
Apuesta porque estas Sociedades de Historia del Psicoanálisis tengan una pluralidad ideológica
y no se busque en ellas una ideología analítica mejor que otra .
Para finalizar se recordó que el próximo Congreso de la Asociación Internacional de Historia
del Psicoanálisis tendrá lugar en el 2002 en Barcelona.
Ana Martínez, Clotilde Pascual y Roberto Goldstein.
Barcelona 14 de Noviembre