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Titulo: “APROXIMACION ALA TEORIA DE LOS SUEÑOS DE ÁNGEL GARMA" - Yako Román Adissi

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APROXIMACION ALA TEORIA DE LOS SUEÑOS DE ÁNGEL GARMA

Yako Román Adissi

"El individuo cuando sueña se comporta como un psicótico" Freud: La interpretación de los sueños.
"El soñar es un despertar que comienza": Edmond Goblot

Quienes nos adentramos en el estudio de la obra de Freud comprendimos que el mayor desafío que ha tenido es desarticular las manifestaciones afectivas que no podían ser elaboradas lógicamente, lo que observaba en su estancia en la Salpetriere cuando Charcot, mediante mandatos poshipnóticos cesaba las conductas verbales y las manifestaciones corporales de las histéricas, comprobando luego con Bernheim que personas no histéricas sometidas a un mandato bajo hipnosis adquirían la sintomatología histérica.
Es importante tener presente que Freud se apoyó en Darwin cuya aserción de que las emociones eran la repetición de determinadas vivencias significativas que aludían a operaciones que originariamente tuvieron un sentido y una finalidad. Según mi criterio el naturalista inglés contribuyó al desarrollo del concepto freudiano de pulsión como sustituto cualitativo del instinto, habida cuenta que la pulsión se desarrolla en el contacto con la alteridad y el instinto está predeterminado en cada especie animal y circunscripto al entorno necesario para la satisfacción de las necesidades del animal no humano.
No se le escapó Freud el significado del lenguaje corporal de las histéricas, seguramente por ello en su última obra Esquema del psicoanálisis enuncia las dos

Goblot, fue un filósofo y lógico francés que formó parte de la escuela francesa de sociología. Realizó su doctorado sobre filosofía de la ciencia. Nació en 1858 en Mamers, Francia y falleció el 9 de Agosto de 1935 en Labroche. Fue profesor en Caen y en la Universidad de Lyon. Freud menciona, en una llamada al pie en la Interpretación de los sueños, lo que he transcripto arriba.

hipótesis fundamentales del psicoanálisis, la primera se refiere a la localización y expresa que la vida psíquica es la función de un aparato que suponía extenso en el espacio y que comparaba a un telescopio o microscopio. La segunda hipótesis sostiene que los procesos presuntamente somáticos son lo genuinamente psíquico; en razón de ello podemos sostener que cuando la palabra calla el cuerpo habla. No cabe duda que la segunda hipótesis alude al teatro privado de las histéricas validando la existencia de lo inconsciente como el fundamento del desarrollo psíquico.
En la actividad del soñar las representaciones cargadas de afecto invaden al individuo anulando su pensamiento lógico, por ello Freud sostenía en su obra sobre los sueños: "…el pensar tiene que tender… a restringir el desarrollo de afecto por el trabajo de pensamiento a un mínimo que aún sea reutilizable como señal", se adelantaba a lo que expresaría en 1926 en Inhibición, síntoma y angustia.
Estas experiencias sumadas a su inclinación por las obras literarias lo condujeron a considerar, según mi criterio, que la ficción es el caldo de cultivo de lo que designamos Realidad, habida cuenta que la realidad no es un objeto existente que puede adquirirse sino la consecuencia de la mirada y comprensión significativa de cada quien, es decir, que es un concepto que tácitamente alude a la subjetividad de cada persona, razón por la cual la realidad significativa para una persona puede ser enajenación para otra.
Un dicho popular en la Argentina reza: "La realidad es del color del cristal con que se mira" y los orientales sostienen la siguiente aserción: "El macrocosmos repite el microcosmos, así como es adentro es afuera".
Freud desde muy joven analizaba sus sueños, lo atestiguan sus cartas a Marta, seguramente por la convicción de la importancia de la ficción en la estructuración de la persona, quien en función de los procesos simbólicos que sostienen la palabra puede acceder a un tipo de fantasía de carácter prospectivo, ejemplo de ello son los descubrimientos de la anatomía humana, su desarrollo como ingeniero y las creaciones artísticas que nos legó Leonardo Da Vinci, y más cercanamente Julio Verne quien en su libro Viaje a Luna anticipó no solo lo que ocurriría sino el lugar desde donde saldría la aeronave.
Ratificando lo expresado es menester recordar que cuando el escritor Henry de Montherlant, le preguntó al visitar a Freud de dónde había tomado sus ideas, el psicoanalista le señaló el anaquel donde estaban los libros de los pensadores griegos y de los poetas y filósofos alemanes.
Sostuvo siempre que los poetas se adelantan a la ciencia indicándole el camino a seguir, esto ratificaría el poder de la ficción como caldo de cultivo de la llamada realidad.
Influyó también en mi el que en su trabajo sobre fetichismo sostendría que la represión era el destino para el afecto y la desmentida la finalidad de la representación, aun cuando lo haya modificado en 1938 sosteniendo que la represión es un mecanismo de defensa contra las demandas pulsionales y la desmentida una defensa contras los reclamos de la realidad externa.

Garma transita el derrotero iniciado por Freud

Para comprender la tesis garmiana de los sueños debemos preguntarnos qué aspecto de la teoría freudiana lo motivó a re-trabajar las ideas que sobre el sueño nos legó Freud. Lo que le llamó poderosamente la atención es la definición del sueño: "El sueño es una satisfacción enmascarada de un deseo reprimido", descripción repetida en varios de sus escritos, realizando una sola modificación al cambiar "satisfacción" por "tentativa de satisfacción".
¿Por qué Garma puso el acento en dicha explicación? Porque se aplica a cualquier fenómeno patológico sea psíquico o somático no teniendo en cuenta y por lo tanto no explicando el fenómeno de la alucinación, y porque de acuerdo a su concepción, surgida de su experiencia clínica, no esclarece la estructura íntima del sueño que para el autor vasco queda referida a la situación traumática como génesis del sueño y a sus soluciones ficticias, lo que es para él la objeción de mayor importancia.

Henry Marie Joseph Frédéric Expedite Millon de Montherlant, fue novelista, autor dramático, ensayista y académico francés. Nació el 20 de Abril de 1985 en París, falleciendo el 21 de Septiembre de 1972 en la capital francesa.

Comprueben Uds. como Garma sigue los lineamientos dictados por Freud cuando investiga los sueños porque el iniciador de la ciencia psicoanalítica sostuvo que el rasgo esencial en el trabajo del sueño es la transformación de los pensamientos en una vivencia alucinatoria; es en función de esta aseveración que Garma intenta comprender cómo se genera la alucinación.
Considerando la nota al pie, -lo que no es una digresión porque ayuda a comprender- no se le escapará al lector que existe una diferencia cualitativa entre vivencia, acontecimiento y experiencia, pero al mismo tiempo acontecimiento, experiencia y vivencia aluden a la unión de lo que afecta a la sensibilidad promoviendo una reacción que se manifiesta en una elaboración intelectual.
La concepción garmiana de los sueños tiene, según mi criterio, su fundamento en la conferencia que pronunciara en el Instituto Psicoanalítico de Berlín el 6 de Octubre de 1931 titulada La realidad y el ello en la esquizofrenia, escrito por el que lo aceptaron como miembro de dicha institución cuando tenía 27 años. Asimismo estimo que circunstancias acaecidas en la Residencia de estudiantes de Madrid en la que compartía su estancia con Salvador Dalí, Federico García Lorca y Luis Buñuel, lo estimularon porque el primero le leía por las noches La interpretación de los sueños. Es factible que ello haya contribuido a motivar a Garma a trasladarse a Berlín para formarse como psicoanalista.
Asevera en esa conferencia que el psicótico reprime más enérgicamente el Ello vital, -sus instintos (así denominados por entonces) que los neuróticos, razón por la cual pierde el contacto con lo agradable por estar sometido a frustraciones.
El autor aclara que su investigación la realizó solo en pacientes hombres comprobando que el esquizofrénico reprime, en el sentido amplio de la palabra, más instintos activo masculinos que el neurótico, de ello resulta que en el psicótico se comprueba una pérdida mayor del Yo y sus límites con el mundo exterior, razón por

Vocablo formado con raíces latinas que significan "cualidad del que vive, experiencia". Termino acuñado por Ortega y Gasset buscando expresar el mismo matiz de idea que el alemán Erlebnis, que se puede traducir como: "la vivencia, el acontecimiento o la experiencia".

la cual parte del Yo se convierte en mundo exterior y parte del mundo exterior en su Yo.
En función de lo expresado toma de Bibring el concepto Unidad de placer, que dicho psicoanalista consideraba formado por dos componentes: instinto parcial y su objeto, pero nuestro autor sostiene que en la unidad de placer confluyen Instinto, Yo y Realidad, unión que bajo el efecto de la represión es rechazada conjuntamente. Por consiguiente cuando se afirma que el psicótico está desconectado de la realidad , se está afirmando la pérdida de un fragmento de su Ello y de un aspecto de su Yo.
¿Por qué se produce un sueño? porque los restos diurnos preconscientes reciben refuerzos desde los contenidos pulsionales inconscientes, constituyendo en dicho sistema la fantasía desiderativa que según Freud al tomar un camino regresivo a través del sistema Icc. en dirección a la percepción se haría consciente alucinatoriamente como el contenido manifiesto de un sueño.
Garma se pregunta qué es lo que produce la alucinación en el sueño y qué los diferencia de la experiencia que cada persona tiene en el estado de vigilia, destacando lo que expresa Freud que los deseos inconscientes no deben ser tenidos por realidades porque el juicio es capaz de distinguir realidad de fantasías aun cuando ellas sean muy intensas; aduce el creador del psicoanálisis que tampoco la disminución de la censura entre Prec. e Icc. produciría la alucinación porque el carácter alucinatorio no depende de la censura; agregando que tampoco la alucinación sería consecuencia de la regresión de las ideas preconscientes a la imágenes de las cosas porque existen reflexiones regresivas que conscientizan imágenes sensoriales sin generar una alucinación (Adición Metapsicológica…), finalmente considera que al inicio de la vida psíquica se alucina el objeto de la satisfacción pero al no producirse la satisfacción de la necesidad, se abandona la alucinación y se establece lo que denominó: juicio de realidad ( 1917: Adición metapsicólogica…)

Recordemos que la realidad es la conceptualización afectivo-intelectiva adquirida por la educación recibida con la que cada persona observa y conceptualiza lo que le rodea, instrucción necesaria para acceder a la condición humana y ser participe de la cultura y recreador de ella, pero que también podemos definir ciertas modalidades educativas como un "lavado de cerebro" cuando la instrucción se transforma en adoctrinamiento.

Freud pensaba que cuando las personas duermen el sistema Cc. está poco cargado y por ello las excitaciones que se independizaron del estado de dormir al tomar el camino regrediente encuentran libre el acceso a la consciencia y la fantasías son vividas como realidades indiscutibles.
Es decir que para Freud la alucinación onírica se genera 1) por la regresión psíquica hacia la consciencia perceptual del deseo onírico y 2) por la falta de carga del sistema consciente perceptual.
Cuando Freud escribe que lo inconsciente atrae a la fantasía desiderativa hacia la regresión compara el funcionamiento del aparato psíquico con un arco reflejo nervioso, modelo tomado de la fisiología, Garma expresa que no se comprende cómo un arco reflejo puede ser recorrido al revés.
Asevera que no se puede admitir la falta de carga del sistema consciente porque Freud aclara que cuando el sueño se ha convertido en percepción le es posible excitar la consciencia, es decir que el sueño es tratado como cualquier otro contenido perceptivo, lo que lo induce a sostener que también lo investiga con su función del juicio de la realidad.
Garma se pregunta: ¿Si al despertar con la carga del Prec. por los contenidos regresivos que lo penetran y lo convierten en el sueño manifiesto les son aplicadas funciones intelectuales como la censura, el arreglo de los contenidos manifiestos para que expresen causalidad, dependencia, absurdo, burla, etc. ¿por qué se encontrará descargado para la actuación del juicio de la realidad? Ejemplo de ello es la actividad del preconciente que cuando un sueño es demasiado perturbador le advierte a la consciencia que es solo un sueño, que puede seguir durmiendo, es decir que sabemos que dormimos y que estamos soñando, por ello la génesis de la alucinación onírica no puede explicarse por una falta de carga del sistema consciente que dejaría de lado la función yoica del juicio de la realidad.
Para Freud tal como lo destaca en Las pulsiones y sus destinos y en Adición metapsicológica a la teoría de los sueños lo que distingue un estímulo externo de uno interno es que el primero actúa como un estímulo único del cual se puede sustraer, pero el estímulo interno no obra nunca como una fuerza de choque momentánea sino que persiste en el tiempo, por consiguiente la huída de él es imposible.
Freud menciona la neurosis de guerra porque las personas que han quedado sometidas a dicha perturbación no pueden elaborarla adecuadamente y se ven motivados a repetir constantemente la experiencia traumática como si estuviese ocurriendo nuevamente definiendo el trauma como una experiencia que en un lapso corto tiempo somete al psiquismo a un intenso incremento de estimulación que no puede asimilar ni elaborar.
En función de dicha incapacidad a quien tiene ataques de neurosis traumática le ocurre algo que no es momentáneo sino que tiene larga duración y que no puede elaborar con sus contracargas yoicas, por ello Garma sostiene que recordando las dos características que menciona Freud: ataques no momentáneos e imposibilidad de elaborarlos, es en lo que se apoya el yo para deducir que dicho comportamiento procede de su interior y no de una causa externa, razón por cual debiera efectuar el juicio de que lo que le ocurre es una fantasía o un recuerdo que no proviene de estímulos externos lo que le conduciría a pensar que son recuerdos dolorosos y así evitar la alucinación.
¿Por qué alucina quien sueña? porque los contenidos psíquicos son muy penosos e inelaborables por sus contracargas yoicas, tal como le ocurre al psicótico, generando en el soñante una confusión en su juicio de realidad, reviviendo espantado los sucesos terribles anteriores no como recuerdos, sino como si fuese algo que está ocurriendo realmente.
Garma da vuelta al revés la teoría freudiana del juicio de realidad concluyendo que seguramente Freud se olvidó de su descripción de los mecanismos de defensa del yo que al exponer dicha teoría.
El lector podrá comprender que el fundamento de su teoría sobre el soñar está cimentada en el escrito mediante el cual lo aceptaron como miembro de la sociedad psicoanalítica berlinesa, habida cuenta que tal como Freud el psicoanalista español inicio sus investigaciones psicoanalíticas estudiando la psicosis.
¿Qué nos dijo Freud sobre el desarrollo del juicio de realidad? Que es el neonato quien desarrolla dicha capacidad, porque al hallarse indefenso frente a los estímulos externos: frío, calor, molestias que hieren su cuerpo necesita la ayuda de sus padres para resolver la dolorosa o desagradable situación, por ello Garma sostiene que el bebe debe tener mayor capacidad para defenderse de las percepciones procedentes de su mundo interno, con el que ha estado en contacto durante su estancia en el útero materno, mediante los mecanismos de defensa porque algunos de ellos son precoces, lo que lo condujo a generar el juicio de que se reconocen los estímulos internos por la capacidad del yo de oponerse a ellos, considerando como exterior a las percepciones que no puede dominar.
Por consiguiente, al dormir, cuando las contracargas del yo disminuyen en intensidad se reactivan las situaciones traumáticas vividas y ancestrales, como ocurre en las neurosis traumática porque, aunque débilmente, ellas forman parte de la consciencia, por ello el individuo se confunde y cree que están ocurriendo en la realidad exterior, lo que obliga a regresiones y enmascaramientos. El yo debido a que está dormido se equivoca y juzga erróneamente la procedencia de dichos pensamientos y por ello los vive alucinatoriamente.
Garma destaca que una definición se caracteriza por precisar los rasgos esenciales de lo que se quiere definir, y si el rasgo esencial del soñar es la alucinación, tal como lo expresa Freud, el psicoanálisis debe construir una definición que evidencie el significado psicológico profundo pero teniendo en cuenta también el fenómeno del enmascaramiento y su expresión arcaica, por ello define los sueños así: "Los sueños son alucinaciones durante el dormir, en las que están dramatizados de un modo regresivo, arcaico, contenidos psíquicos anteriormente reprimidos que son traumáticos para el yo dormido, porque no los puede rechazar ni controlar, lo que le lleva a considerarlos como si ocurriesen en el mundo exterior y a los que el yo procura enmascarar e incluso darles ficticiamente aspectos placenteros antes de permitir su paso a la consciencia".
Lo destacable de esta definición es no priorizar la satisfacción de deseos porque ello es lo que ocurre en cualquier fenómeno psicoapalógico, sino destacar la recreación y actuación de situaciones traumáticas a las que se considera como la causa de la alucinación, lo que aclara la génesis de la alucinación onírica.
Por ello Garma concluye que son las situaciones traumáticas y no las satisfacciones de deseos los factores genéticos de los sueños. Para demostrarlo se apoya en historíales freudianos ya conocidos como lo son el del Hombre de los lobos y el caso Dora, destacando sus paradigmáticos sueños que son ampliamente conocidos por los psicoanalistas para demostrar con ellos la veracidad de su tesis.
Estamos acostumbrados a definir los sueños tal como lo expuso Freud, como satisfacciones de deseos, pero debemos considerar que él también consideraba que cualquier realización psíquica implica satisfacciones de deseos. Siguiendo a Freud se dice que "el sueño es una satisfacción enmascarada de un deseo reprimido", esta definición nos aclara que los deseos que se satisfacen son los inconscientes y reprimidos. En función de lo expresado anteriormente se puede agregar, como lo hizo Freud, que la satisfacción de deseos es alucinatoria, pero este vocablo es descriptivo y en psicoanálisis definir es describir comportamientos que se ocultan detrás de lo manifiesto.
En el hombre de los lobos se pueden considerar satisfacciones de deseos la contemplación de la escena primaria, el coito anal, la castración, la defecación en la cama, las manifestaciones contrarias a la castración en las colas largas de los lobos y la negación del coito en la inmovilidad de los lobos; lo que le acontecía al paciente de Freud era ser espectador espantado del coito a tergo realizado por sus padres, lo que incentivó la situación intensamente traumática de percibirse invadido por deseos destructivos e incontrolables de coito anal pasivo con su padre ocupando el lugar de su madre, para lo cual debía ser castrado.
Garma sostiene que el hombre de los lobos trato maníacamente de transformar lo destructivo que lo invadía en lobos inmóviles, con colas largas que sustituían su deseo de coito anal y su temor a la castración. Acota que le ocurría algo similar a lo que aconteció con Schreber, quien desfiguró su contenido destructivo, transformándose en su sueño en un psicótico que intenta encubrir lo destructivo generado por su psicosis.
Recordemos que Freud decía que la alucinación onírica era la psicosis del hombre normal. En los sueños los individuos transforman sus vivencias destructivas ocultándolos con pensamientos maníacos, negadores de la reedición de las situaciones traumáticas, pero en ellos persiste latentemente lo destructivo detrás de lo aparentemente placentero.
Quien sueña es una persona que está espantada por lo que contempla de su realidad interna, son pensamientos espantosos que no puede controlar lógicamente porque su yo consciente, al estar debilitado por el dormir, le hace creer que dichos contenidos son reales.
Revisitemos el primer sueño de Dora: "En una casa hay un incendio; mi padre está frente a mi cama y me despierta. Me visto con rapidez. Mamá pretende todavía salvar su alhajero, pero papá dice: "No quiero que yo y mis dos hijos nos quememos a causa de tu alhajero". Descendemos de prisa por las escaleras, y una vez abajo me despierto".
En este sueño Dora -asevera Garma- para librarse de la excitación que le producía el Sr. K., lo que la espantaba "por estar conectada con sus masturbaciones y enuresis infantiles, imaginó el enmascaramiento del fuego y del cofre conteniendo las joyas de su madre, buscando además un refugio engañoso en el amor infantil a su padre…la aparente satisfacción de deseo de este sueño era maníaca", tal como lo expresó Freud ello constituía huir de la vida y retornar a la enfermedad.
Destaca Garma que cuando Freud dice que el deseo infantil de situar al padre en el lugar de un enamorado es un poder capaz de producir un sueño, deja de lado su referencia al amor neurótico de Dora hacia K. y a sus fuentes infantiles reprimidas no mencionando jamás ese vinculo enfermizo con el amigo de su padre a pesar de que -asevera Garma- es su poder genético principal por ser el aspecto que dio origen a la situación traumática con la que sea inició el sueño conduciendo a Dora hacia la vivencia alucinatoria.
El amor a K. "aparece enmascarado al comienzo del sueño, mientras que el amor al padre surge sin deformación de su contenido manifiesto. No sucedería así si el amor al padre fuese el poder principal del sueño, ya que no existen sueños sin enmascarar sus contenidos genéticos".
Freud discierne que el contenido latente de algunos síntomas de Dora era el de una identificación con un padre destruido y que destruye. En el sueño Dora reedita su infancia cuando su padre la despertaba para que no se orinase en la cama, la enuresis no solo es un sustituto de una conducta orgástica sino la expresión de un intenso sometimiento masoquista. El incendio alude a la excitación sexual y el alhajero a sus genitales. Descender de prisa las escaleras puede simbolizar en los sueños la satisfacción masoquista expresado en el fuego que destruye.
Recordemos que Freud escribió que el primer sueño de Dora significaba "el desligamiento del hombre amado y el retorno al padre, o sea la huida de la vida y el refugio en la enfermedad", lo que es un claro indicador de que su sueño explicitaba intensas situaciones traumáticas negadoras de su feminidad y sexualidad
Cuando en un tratamiento psicoanalítico alguien refiere un propósito futuro ello es un indicador de que de algún modo lo está realizando en el presente, Dora sitúa al padre en el lugar del Sr.K. lo que indica una huida de la vida y el refugio en la enfermedad. Dora no tenía un buen concepto de su padre, pensaba que era una persona débil, destruida y que destruye, amante de la esposa de un amigo el Sr. K. y por consiguiente sin amor por su esposa y por ella. Recordemos que un componente esencial de su segundo sueño fue el de vengarse de su padre a quien consideraba con malas cualidades y con enfermedades graves: lúes y gonorrea. Recuerden que ese sueño alude a la enfermedad y muerte de su padre.
Analizando este sueño Garma demuestra que bajo la máscara de lo placentero se oculta lo destructivo expresado como una satisfacción maníaca que sería una de los determinantes importantes de que se consideren tan placenteras las satisfacciones de deseos de los sueños porque lo placentero oculta lo tanático.
Lo demuestran los sueños de los enuréticos porque en la aparente satisfacción libidinosa se hallan contenidos de sometimiento destructivo a imágenes internas perseguidoras como la crítica, burla o reprimenda por haberse orinado en la cama.
Similarmente influye el masoquismo en los sueños donde se produce eyaculación, porque al analizarlos se descubren contenidos homosexuales.
También en los sueños que Freud denomina de comodidad como el del amigo médico a quien intentan despertar para que se dirija al hospital y él sueña que no tiene que ir porque ya se halla en él, pero en una cama como paciente.
En uno de sus sueños Freud tiene sed y en vez de levantarse sueña que su mujer le daba de beber en un vaso cinerario etrusco que le había regalado a un amigo; en este sueño de comodidad Freud se bebía algo desagradable como las cenizas de un muerto. En su análisis relacionaba el sabor salado como consecuencia de la sed, lo que comporta una racionalización encubridora, porque no es característico de la sed el percibir un sabor salado. Menciona a Isaías, -29,8- para destacar que cuando se sueña que se come o bebe ello es una ficción porque al despertar "hállase cansado y su alma sedienta…". Una muestra más de que las alucinaciones oníricas son manifestaciones maníacas que intentan ocultar lo destructivo que habita en el psiquismo del soñante y que al hacer consciente dicha dinámica se puede abordar lógicamente las manifestaciones de la pulsión de muerte.

La situación traumática en la génesis de los sueños de los niños

Freud utiliza los sueños de los niños para apoyar su teoría de la satisfacción de deseos pero el análisis que realiza Garma demuestra un componente de muerte en la génesis de la alucinación sentida como muy placentera. Recuerden el sueño de Anna en el que luego de su nombre dice: fresas, frambuesas, bollo, papilla; Freud deduce de que debía estar soñando que se comía esos manjares pero en realidad ello podría expresar su angustia por la carencia de dichos alimentos; y el sueño de un niño, su nieto, que la noche anterior a que su padre fuese al frente de guerra oyó que sollozando, entre sueños, exclamaba: "Papá, papá…nene". Garma señala que el niño anticipa dolorosamente la separación de su padre llamándolo junto a él.
Relata que a un niño que había sido operado de apendicitis se le negó beber agua por prescripción médica, a la mañana siguiente cuando le ofrecieron agua respondió que ya había bebido mucha y que por ello no tenía sed, razón por la cual lo que había satisfecho no era su pulsión vital sino la mortífera.
Destaca Garma que Klein asevera que en los sueños de los niños no existen solo deseos sino tendencias en contra provenientes del superyó y que aun en los sueños simples actúa de un modo latente el sentimiento de culpabilidad.
La satisfacciones muy intensas de los sueños proviene de enmascarar situaciones tanáticas, de allí la idealización, la omnipotencia y la negación que están determinados por la pulsión de muerte.

Las dos modalidades de pensamiento

Garma dice que el pensar no onírico del durmiente es regresivo, arcaico con imágenes visuales y no verbales, la diferencia con el pensar onírico es la vivencia alucinatoria. En el primero el individuo se da cuenta de que lo que pasa por su mente son meros pensamientos y en el pensar onírico cree que vive sucesos en el mundo exterior, lo que hace que sea así es que en el soñar se hacen presente contenidos reprimidos angustiantes que han vencido las contracargas del yo dormido, creándole situaciones traumáticas que equipara a las vivencias que le provocan dichos contenidos cuando está despierto como consecuencia de los estímulos del mundo exterior.
Las dinámicas traumáticas que no se pueden abordar lógicamente son obligadas por las contracargas debilitadas a enmascararse, siendo transformados maníacamente en contenidos aparentemente placenteros, es decir que el soñante actúa como un psicótico que tratará de encubrir con defensas lo destructivo que ha originado su padecimiento psíquico.
Comprobamos así que la persona que sueña está espantada por lo que contempla de sí mismo en sus pensamientos sin poder controlarlos por sus contracargas debilitadas de su yo dormido, haciéndole creer que dichos contenidos son reales.
Destaca Garma que en Más allá del principio del placer Freud señaló que los sueños reproducen experiencias traumáticas o sucesos infantiles penosos lo que le lleva a escribir: " sería el momento de admitir por primera vez una excepción genuina a la tesis que los sueños son satisfacciones de deseos".
En una carta dirigida Jung el 1º e Marzo de 1911 escribe Freud: "Me doy cuenta, por lo menos con satisfacción parcial, que la Interpretación de los sueños se ha vuelto anticuada y tiene que ser reemplazada por algo mejor, aunque toda una década la consideré inatacable, lo que significa que hemos progresado mucho".
El creador del psicoanálisis menciona la existencia de situaciones traumáticas en el contenido latente de los sueños, refiriéndose a determinados situaciones que ocurrieron en la realidad y que actuaron traumáticamente, definiendo a la situación traumática como una situación psíquica en la que se crea una serie de estímulos que el yo no puede dominar de un modo normal, pero para Freud las situaciones traumáticas son ajenas a los sueños introduciéndose en ellos por la contigüidad existente entre las diversas funciones psíquicas con la finalidad de buscar una solución posible y por la disminución de la censura en quien duerme lo que permite que salgan de la represión, fracasando la realización del trabajo del sueño (Revisión de los sueños en Nuevas aportaciones al psicoanálisis -1932).
Lo que Garma comprobó es que en el momento del dormir en que los contenidos reprimidos vencen las contracargas del yo se crea una situación traumática que es la que en todos los casos originan los sueños. Las situaciones traumáticas no son algo extraño a los sueños y que los sueños elaboran o no, con o sin satisfacciones de deseos, sino que ellas constituyen los sueños mismos que son vivencias alucinatorias que podrían denominarse vivencias de espanto o pánico de quien duerme, originadas por contenidos angustiantes que el yo NO puede rechazar y que por ello considera reales porque en el transcurso del pensar del yo dormido se generan situaciones traumáticas debido a que el empuje de las cargas reprimidas sobrepasa a las contracargas del yo, lo que no es lo mismo que exista una situación traumática hasta entonces reprimida que se hace presente en el psiquismo preconciente del individuo, sino que el hecho mismo de soñar implica que en ese momento se están recreando situaciones traumáticas para el yo por la mayor fuerza de algo reprimido muy angustiante ante las fuerzas disminuidas del yo.
Por ello la recreación durante el dormir de la mencionada situación traumática coloca al yo en la vivencia alucinatoria que se designa: sueño, y es el soñar mismo que para Garma implica que en ese momento se están recreando situaciones traumáticas para el YO por la mayor fuerza de algo reprimido muy angustiante ante las contracargas yoicas disminuidas. La alucinación acontece porque el yo juzga real o externo lo que no puede rechazar con sus contracargas, juzgando de origen interno lo que puede dominar .
Esta concepción es opuesta a la de Freud quien nos enseñó que los mecanismos defensa son más capaces contra los estímulos de origen puramente interno que frente a los procedentes del exterior, también nos enseñó que la motilidad se ejerce primeramente contra nuestro interior.
La satisfacción de deseos ocupa un lugar secundario en la metapsicología de Garma. No debemos considerar al deseo que moviliza el desarrollo psíquico como sinónimo de realización de deseos.
Ángel Garma era un escrupuloso investigador psicoanalítico freudiano, y tal como señaló un talentoso psicoanalista e investigador argentino Rubén Zukerfeld, para nuestro autor Freud era un investigador de referencia pero no de reverencia. El psicoanalista vasco siguió muy de cerca todas las ideas freudianas, se nutrió con ellas y como ocurre con un lector que contacta con conocimientos liberadores no abjuró de los conocimientos freudianos sino que intento dar un paso más, porque la lectura de la obra de Freud en su lengua original despertó y alimentó su capacidad creativa y discriminativa, fue Freud quien lo alentó a continuar con sus investigaciones, lo que destaca la carta que le enviara a Garma agradeciéndole el envío de su escrito de 1932.
También en su texto El pensar amplio de los sueños diverge con repetidas afirmaciones del inventor del psicoanálisis, pero apoyándose en sus ideas, sostiene que "en el transcurso del soñar, el durmiente realiza operaciones intelectuales amplias

La reiteración tiene un propósito didáctico habida cuenta que no son normales para los psicoanalistas las conclusiones del psicoanalista vasco-argentino porque da vuelta al revés la teoría freudiana.

y valiosas, análogas a las del pensar despierto. Lo que no significa que resuelva conflictos, así como no resuelven conflictos los síntomas neuróticos". Recordemos que Freud equipara el sueño al síntoma y a la neurosis de transferencia que se desarrolla en el proceso analítico.
Freud en el capítulo VI de su magna obra sobre los sueños nos deja entrever que no considera que los sueños realicen operaciones intelectuales amplias, en el capítulo VI (página 502 ) aclara que el trabajo que muda los pensamientos inconscientes en el contenido del sueño es característico de la vida onírica, acotando que es un pensamiento que se aleja del pensamiento despierto, no siendo más descuidado, incorrecto, olvidadizo o incompleto que el pensamiento de vigilia, sino cualitativamente diferente, por consiguiente quien sueña: "No piensa ni calcula ni en general juzga, sino que se limita a remodelar pensamientos, cálculos y juicios".
En la misma página en una llamada al pie escribe: "En el fondo, el sueño, no es más que una forma particular de nuestro pensamiento, posibilitada por las condiciones del estado del dormir. Es el trabajo del sueño el que produce esa forma, y solo él es la esencia del sueño, la explicación de su especificidad. Lo digo a modo de enjuiciamiento de la tristemente celebre <<tendencia prospectiva>> del sueño".
Asimismo destaca Garma que en la conferencia 29: "Revisión de la doctrina de los sueños", refiriéndose al sueño destaca que escribe Freud: "…se genera la impresión que en este se realizan las más finas y complejas operaciones intelectuales, se especula, se hacen chistes, se extraen inferencias, se solucionan problemas, cuando en realidad todo eso es el resultado de nuestra actividad mental normal, pudo ocurrir la víspera del sueño o durante la noche, no tiene nada que ver con el trabajo del sueño ni trae a luz nada característico del sueño como tal" .

Editorial Amorrortu Tomo V.
El destacado es de Freud. Quienes lean el libro de Garma: "Nuevas aportaciones al psicoanálisis de los sueños", editorial Paidós publicado en 1970, comprobará que lo que transcribe Garma difiere de lo que transcribo porque corresponde a la edición de Amorrortu; lo que reproduce Garma proviene de la traducción de la S.E o la de López Ballesteros que dice: "El trabajo del sueño…No piensa, calcula o juzga: se limita a dar a las cosas una forma nueva". El lector debe considerar que he trasladado las ideas de Freud tomándolas de las edición de Amorrortu que es la de uso habitual.
S. Freud: Tomo XXII, página 20. Amorrortu editores.

Garma sostiene, opuestamente, que el trabajo del sueño necesita para realizarse operaciones intelectuales importantes, porque Freud menciona que la regresión a la representación arcaica partiendo de las imágenes de las palabras para alcanzar las imágenes de las cosas, realiza esfuerzos muy ingeniosos, aun cuando el creador del psicoanálisis expresa: "…no es lícito sobrestimar el trabajo del sueño, exagerar su poder….no puede hacer más que condensar, desplazar, figurar plásticamente y someter después el todo a una elaboración secundaria. Lo que el sueño incluye en materia de formulación de juicios, crítica, asombro, razonamiento, no son operaciones del trabajo del sueño, y solo rara vez exteriorizaciones de la reflexión sobre el sueño: casi siempre son exteriorizaciones de fragmentos de los pensamientos oníricos latentes, que, más o menos modificados y adaptados a la trama, han pasado al sueño manifiesto" .
Nuestro autor destaca que Freud en La Interpretación de los sueños nos enseña a entender que la contigüidad temporal en un sueño indica relación objetiva. Alega también que en la conferencia Nº 11 relata un sueño donde el contenido de obtener tres entradas por un florín y medio, significaba que fue absurdo casarse prontamente, lo cual es una expresión crítica.
Garma alega que Freud se contradice porque en otro sueño se realiza un razonamiento deductivo. En el texto del sueño un paciente dice que su tío estaba fumando en día sábado (Shabbat para los judíos). Y una mujer estaba mimando y acariciando al soñante como si fuese su hijo. Freud dijo que el sueño tenía el significado siguiente: Si mi tío que es tan religioso se permite fumar en Shabbat, al paciente le estaba permitido que su madre lo mime y acaricie.

Los sueños de Dora y del Hombre de los lobos

S. Freud: Tomo XV, conferencia Nº 11 "El trabajo del sueño", página 166. Amorrortu editores. Recuerde el lector que hemos transpuesto las transcripciones de nuestro autor que correspondían a la traducción de la S.E. o de López Ballesteros a la utilizada actualmente de José L. Etcheverry.

El recreador del psicoanálisis de los sueños utiliza los historiales freudianos para explicitar sus tesis, así alude a la amplitud del pensar en el sueño del Hombre de lobos para destacar que juicios, criticismo, sorpresa y razonamiento deductivo son señalados por Freud en el trabajo del sueño de su paciente ruso cuando el paciente expresa: "Es de noche y estoy en mi cama; de repente, la ventana se abre sola. Freud traduce: "De repente me despierto solo; y recuerda la escena primordial".
Más adelante agrega Freud que el deseo más profundo y permanente por esa época era ser satisfecho sexualmente por el padre, deseo que fue sustituido por volver a ver lo que, aquella vez, le resultó cautivante, y continúa así: "Luego el proceso psíquico describe esta trayectoria: desde el cumplimiento de ese deseo en la escena primordial convocada, hasta la desautorización del deseo, que ahora se ha vuelto inevitable, y la represión" .
El psicoanalista vasco-argentino dice que juicios, criticismo, sorpresa y razonamiento deductivo son señalados por Freud en el trabajo del sueño del Hombre de los lobos, porque para describir psicoanalíticamente dicho sueño se debe admitir que hay que incluir algo más que la satisfacción alucinatoria de deseos reprimidos, la condensación, el desplazamiento y la elaboración secundaria, por que nos muestra -tal como lo expresa Freud- que se trata de un proceso psíquico que sigue su curso, es decir una progresión del pensamiento durante la elaboración del sueño, en otros términos un pensar amplio que va transcurriendo.
El creador del psicoanálisis escribe: "El el curso del sueño había alcanzado una nueva fase de su organización sexual…Entonces la activación de la escena primordial en el sueño lo devolvió a la organización genital. Descubrió la vagina y el significado biológico de masculino y femenino. Ahora comprendió que activo equivalía a masculino, y pasivo a femenino" y al hacerlo se oponía a sus aserciones anteriores habida cuenta que señala explícitamente un proceso de desarrollo afectivo-intelectivo, es decir, la clara manifestación de un pensar amplio en su sueño.

S. Freud: Tomo XVII, página 41, 42 y 43: Nota 17.
Ibidem, página 45.

De similar manera demuestra Garma el pensar amplio en el primer sueño de Dora con sus deseos de coito destructivo que le resultan traumáticos, porque reeditan la atracción sexual infantil hacia su padre, a quien consideraba enfermo, mentiroso, enfermante, carente de afecto hacia ella y hacia su esposa y antiético con su amigo por ser amante de su esposa de quien Dora estaba atraída homosexualmente. Dora reprimió su atractivo por el Sr. K. lo que implicaba escapar de lo saludable y convocar a la enfermedad.
El pensar amplio se evidencia en que al sueño le antecedió un propósito que alentaba en Dora: irse de la casa de la esposa del Sr. K. con su padre porque allí su virginidad corría peligro, expresando Freud: "Estos pensamientos hallan nítida expresión en el sueño; pertenecen a una corriente que en la vida de vigilia alcanzó la conciencia y se volvió dominante" .
Garma sostiene que si Freud afirma que el deseo de reemplazar al Sr. K. por su padre es el que proporcionó la energía productora del sueño, es lógico pensar que también proporcionó la energía a su propósito, no pensar así es no admitir que en los designios conscientes intervienen deseos infantiles reprimidos.
El designio de abandonar la casa de K. y acercarse a su padre para que no corra peligro su virginidad confluye con el su decisión de abandonar a Freud, quien le mostraba su necesidad de "desligarse del hombre amado y retornar al padre, o sea huir de la vida refugiándose en la enfermedad", Garma destaca que Dora "debió sentir en el transcurso de su tratamiento psicoanalítico, en el que se hablaba tanto de la sexualidad, que su virginidad peligraba.
Félix Deutsch a quien Ida Bauer consultó relatándole que ella era la paciente Dora sobre ella Freud había escrito, relató que su vida ulterior fue la de una histérica grave e insoportable para ella misma y para sus familiares, acotando Garma: "Dora fue, pues, como se imaginaba que había sido su padre para ella y para su madre". Es interesante destacar que fue la madre de un músico muy destacado: Herbert Adler, director de orquesta y director del teatro de Opera de San Francisco.

S. Freud: Tomo VII, página 75. Amorrortu editores.

Destaca el analista vasco que "La única diferencia esencial entre el sueño y el pensar despierto es la de la alucinación, porque el presente ocurre también en los pensamientos despiertos en relación con los deseos".
No obstante destaca diferencias entre uno y otro pensar tomando como modelo el sueño de Dora: 1) en la vivencia alucinatoria quien sueña cree en la realidad de lo que le sucede en él lo que no ocurre en el pensamiento despierto; 2) la forma expresiva en el sueño generalmente transcurre en imágenes y en el pensar despierto se manifiesta en palabras; 3) la proximidad de los contenidos manifiestos con respecto a los reprimidos debido a la regresión que ocurre durante el dormir es mayor en el sueño que en el pensar despierto y 4) el tiempo de la exposición se percibe claramente en el sueño de Dora habida cuenta que en el sueño reina el tiempo presente porque lo que los sueños describen no se refiere al mundo externo sino al interno de quien sueña que siempre transcurre en presente, mientras que en su propósito: "partiré con mi padre" alude al tiempo futuro.
Garma nos proporciona una síntesis del sueño del Hombre de los lobos y del de Dora. Recuerde el lector que Freud dijo que el sueño del primero refleja una progresión del pensamiento durante la elaboración del sueño, agregando Garma: " y el sueño de Dora expresa todo lo que enumera Freud como NO ocurriendo en los sueños. Expresa "un temor": un fuego que la puede quemar, o sea una excitación sexual que la puede destruir; "una reflexión": "no quiero que por causa del cofrecito ardamos los chicos y yo" ( en el relato del sueño Dora dice que fue la expresión de su padre), lo que significa que en Dora se han reactivado por su excitación sexual los procesos mentales reprimidos que la llevaron a algo tan terrible como la enuresis y la masturbación; "un propósito", puesto que en el transcurso de su sueño Dora se propone salir de su excitación sexual: "me visto rápido".
El psicoanalista vasco-argentino al sostener que el pensar de quien duerme es similar al pensar despierto pero siempre referido a contenidos traumáticos, deja caer una perla cuando escribe: "…contenidos traumáticos, aunque no necesariamente

El destacado es mío.

reprimidos, en último término, también debieron ser los que originaron el pensar despierto" .
Tal como lo expresé, el original descubrimiento de Garma sobre los sueños asignándole un papel fundante a las situaciones traumáticas y a su expresión alucinatoria, dejándole a la realización de deseos un papel secundario y enmascarador de lo traumático, tiene como fundamento según mi criterio, la presentación de su original trabajo La realidad y el ello en la esquizofrenia que lo convirtió en miembro de la Sociedad psicoanalítica de Berlín.
También es evidente que Garma sigue los lineamientos de la segunda tópica freudiana, insistiendo en que sus tesis han sido el producto de más de cuatro décadas de investigación razón por la cual deja de lado una simpática circunstancia de la que tomó conocimiento pocos años antes de la publicación del libro mencionado y que destaca en su prólogo: en el siglo XVII un consanguíneo lejano, que también había nacido en Vizcaya, cuyo nombre era Isidoro de Garma y de la Puente, siendo caballero de la orden de Calatrava, fue agraciado por el rey Carlos II con el título de marqués de Pesadilla, que luego trasmitió a herederos indirectos del mismo primer apellido. Curioso e interesante, verdad? Por consiguiente le cabe a Ángel Garma el título de marqués de Pesadilla.
Garma realizó una profunda investigación sobre el psiquismo humano revalorizando el papel del Superyó en las manifestaciones patológicas psíquicas o somáticas. Mencionaba nuestro colega Eduardo Braier el escrito realizado con su esposa Betty Garma titulado Reacciones maníacas: alegría masoquista del yo por el triunfo, mediante engaños, del Superyó.
Esta pequeña gran obra nos abre una puerta a la comprensión del verdadero rol que tiene dicha instancia en el desarrollo humano. No solo está asociada a la tradición y por consiguiente al desarrollo del conocimiento conformado estructuras culturales y a la prohibición, modificada puede ejercer influencias beneficiosas siempre que el Yo de quien padece pueda discriminar la posibilidad de engaño de características

Todos los destacados son de Ángel Garma de su libro ya mencionado Nuevas aportaciones al psicoanálisis de los sueños.

maníacas habida cuenta que la vida se mide por la perturbación y por la capacidad de encontrar soluciones adecuadas y no por la quietud.
En este sentido deseo recordar que la expresión alemana que se ha traducido al castellano como: Superyó es Über Ich; la traducción de las dos palabras es la expresión española: Acerca de mi; pero el vocablo Über: es la voz castellana: Encima, y el término: Ich: es la primera persona singular que antecede a quien realiza una acción: Yo, razón por la cual no sería erróneo traducir: Über Ich así: sobre el Yo.
La voz francesa de la castellana Superyó es Sur Moi, y también la unión de las dos palabras es la expresión castellana: Acerca de mí, así como el término Sur es el español: Sobre y Moi: Yo; similarmente la expresión francesa puede ser traducida: sobre el Yo.
Pero si analizamos la traducción literal que une a ambos vocablos en los dos idiomas la resultante es la traducción: Acerca de mí, razón por la cual podemos pensar que dicha expresión alude a la historia de alguien. Es habitual hacerle la siguiente pregunta a una persona en la que se está interesado: ¿Cuéntame algo acerca de tí? Y la respuesta es la hilvanación de una historia que nos permite comprender quién es, de donde viene, qué piensa de sí misma, quienes fueron sus padres y todos aquellos seres que fueron afectiva e intelectivamente significativos para aquella.
Esta aparente digresión tiene como finalidad intentar demostrar el rol dominante que tiene la instancia superyoica que no es solo la heredera del complejo de Edipo, y que si lo fuese, es la heredera del complejo de Edipo -que según el creador del psicoanálisis- es heredado, es decir que es la herencia del complejo de Edipo de los padres que incluyen los complejos nodulares de los abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, es decir que el Superyó subroga y activa la ancestralidad que ha dado lugar al advenimiento de cada individuo.
Por consiguiente si el complejo nodular de las neurosis (y no solo de ellas) es en realidad el complejo nodular de la humanidad y en tanto tal tiene un peso específico que es el fundamento del desarrollo del Yo y simultáneamente la gravitación de la que el Yo debe hacerse cargo para ir desarticulándola, participando activamente en una historia en la que ha sido insertado, historia que le pertenece pero que no le concierne , razón por la cual enajenarse de ella solo es factible si se anima a construir su propia historia, lo que de alguna manera es una sana perturbación porque se aleja del presente atemporal que ha instaurado la perturbación neurótica o psicótica.
En este sentido, estimulado por Garma, estimo que es menester recordar al Freud de El yo y el ello, quien el capítulo V denominado Los vasallajes del yo, sostiene: "Así como el niño estaba compelido a obedecer a sus progenitores, de la misma manera el yo se somete al imperativo categórico del superyó. Ahora bien, descender de las primeras investiduras de objeto del ello, y por tanto del complejo de Edipo, significa para el superyó algo más todavía. Como ya hemos consignado lo pone en relación con las adquisiciones filogenéticas del ello y lo convierte en reencarnación de anteriores formaciones yoicas, que han dejado sus sedimentos en el ello. Por eso el superyó mantiene duradera afinidad con el ello, y pude subrogarlo frente al yo. Se sumerge profundamente en el ello, en razón de lo cual está más distanciado de la conciencia que el yo" .
¿Por qué, según mi criterio, era necesario revisitar a El yo y el ello?
El yo y el Superyó se desarrollan mediante identificaciones que obedecen a imperativos categóricos, razón por la cual el Yo es inevitablemente una consecuencia del sedimento que han dejado antiguas formaciones yoicas, lo que nos induce a preguntarnos si el Yo tiene real autonomía o debe conseguirla mediante un intenso trabajo que implica desprenderse de la historia que le han endilgado para poder desarrollar su autonomía funcional, que nunca es absoluta, habida cuenta que los sedimentos que han quedado en el Ello son realidad productos ellicos cuya característica fundamental es la imperatividad que no admite fácilmente ser abordada lógicamente.

Concernir es un vocablo que significa: elegir con afecto, porque alude a la capacidad de discernir sobre aquello que le atañe, afecta e interesa.
El destacado es mío.

Por consiguiente cabe la pregunta: ¿El superyó es un desprendimiento del Yo o al revés? ¿El Yo es naturalmente autónomo o inicialmente es una copia de los yoes materno y paterno?
Una respuesta a estas preguntas la ofrece el creador del psicoanálisis en el capítulo mencionado del libro de 1923 cuando expresa que las primeras identificaciones del Yo actúan contraponiéndose al Yo como Superyó y que la posible liberación de esa acción que se opone a la autonomía yoica depende del fortalecimiento del Yo que opondrá mayor resistencia a los influjos identificatorios provenientes del Superyó.
Lo expresado conduce a un nuevo interrogante: ¿Cómo se fortalece el Yo?, la primera respuesta es: mediante la educación. ¿Pero qué significa educar? Generalmente se comprende que la educación es la reiteración de la tradición sin comprender que cada individuo que adviene a este mundo evidentemente tiene progenitores, pero la progenitura no es un indicador que aluda al cumplimiento de las funciones materno-paternas.
No deseo extenderme en ello pero es menester tener claro que adoctrinar no es sinónimo de educar. Quien enseña debe tener capacidad de reciprocidad para aceptar que a quien instruirá es un sujeto singular, razón por la cual debe intentar captar su particularidad, en tanto quien adoctrina considera que los conocimientos que posee forman parte de la verdad y ello es indica que el Yo está dominado por obnubilado y embriagado por la preponderancia silenciosa de la reencarnación de antiguos yoes.
La lectura seguramente nos ha convencido que la respuesta del maestro del psicoanálisis al académico de la lengua que lo visitó es veraz, razón por la cual transcribo un poema de Jorge Francisco Isidoro Luis Borges titulado.

Al hijo
No soy yo quien te engendra. Son los muertos.
Son mi padre, su padre y sus mayores;
son los que un largo dédalo de amores
trazaron desde Adán y los desiertos
de Caín y de Abel, en una aurora
tan antigua que ya es mitología,
y llegan, sangre y médula, a este día
del porvenir, en que te engendro ahora.
Siento su multitud. Somos nosotros
y, entre nosotros, tú y los venideros
hijos que has de engendrar. Los postrimeros
y los del rojo Adán. Soy esos otros,
también. La eternidad está en las cosas
del tiempo, que son formas presurosas.

La educación y su preponderancia en el superyó

Un futurólogo entrevistado por el periodista Iñaki Gabilondo sostenía que la educación futura consistirá en grupos de ocho o diez alumnos que serán motivados a: Aprender a aprender, lo que implica no tener como sustento una currícula que indique de vías de acceso al saber, sino disponer como fundamento, en el doble sentido de sostén y motivador del desarrollo, la capacidad de dirigir la atención a las cualidades que exprese cada niña o niño para promover el desarrollo de las originales aptitudes de cada quien.
Con relación a lo expresado es pertinente recordar que Freud escribió en la obra de referencia que el Superyó: "Es el monumento recordatorio de la endeblez y dependencia en que el yo se encontró en el pasado, y mantiene su imperio aun sobre el yo maduro…..el yo se somete al imperativo categórico de su superyó" .
Finalizaré esta aproximación a la teoría garmiana de los sueños recordando un escrito de Ángel y Betty Garma titulado: La escotomización del sometimiento al superyó en la teoría de Freud del narcisismo .

S. Freud: El yo y el ello, página 49. Amorrortu editores.
Ángel y Betty Garma: Revista de psicoanálisis de la Asociación Psicoanalítica Argentina, tomo XXXIII Nº 4, año 1976.

El lector se preguntará qué relación tiene este escrito con la teoría de los sueños. Inicialmente el artículo de Freud "Introducción del narcisismo" fue traducido en la edición española como "Introducción al narcisismo". Estimo que es tanto una introducción del narcisismo en la evolución psicosexual de la libido como una introducción al estado en el que la libido está localizada en el yo del individuo, aun cuando en 1914 el autor no se refería al yo como instancia psíquica, aludía, seguramente, a la libido que ocupaba el "self", es decir el si mismo.
Pensando en esa dinámica Freud en 1909 en la Sociedad Psicoanalítica de Viena declaró que el narcisismo era un estadio intermedio entre el autoerotismo y el amor de objeto.
Para elaborar su concepto de narcisismo entre otros estados Freud se refirió a los individuos que estañan durmiendo, expresando en el artículo mencionado: "A semejanza de la enfermedad, también el estado del dormir implica un retiro narcisista de las posiciones libidinales sobre la persona propia; más precisamente, sobre el exclusivo deseo de dormir" , y en el artículo Complemento metapsicológico a la doctrina de los sueños que los Garma no han mencionado, y es pertinente destacarlo, Freud dice que se produce una regresión temporal en el desarrollo de la libido "hasta la reproducción del narcisismo primitivo" y una regresión en el yo "hasta la etapa de la satisfacción alucinatoria de deseos" .
Si aceptamos la experiencia clínica del psicoanalista vasco-argentino quien sostiene que los sueños son expresiones de situaciones intensamente traumáticas como lo son el desamparo originario, el complejo de Edipo heredado y su incidencia en el complejo de Edipo individual, el parricidio, el matricidio, el filicidio ancestral y actual, las conductas filicidas atenuadas de los padres, el fenómeno de la castración como sustituto del todo por la extracción de la parte, comprenderá que las aspiraciones de deseos son enmascaramientos que intentan desvitalizar las vivencias de espanto que se presentifican en las alucinaciones oníricas de quien duerme hiriendo su consciencia perceptual, no podremos obviar que cuando una persona

S. Freud. Introducción del narcisismo. Tomo XIV, página 80. Amorrortu ediciones.
S.Freud: Tomo XIV página 222. Amorrortu editores.

sueña -y quien duerme tiene cinco o seis sueños por noche que se desarrollan en el lapso de 90 minutos- su yo o su si mismo no solo regresa al narcisismo primitivo sino que dicha regresión lo pone en contacto con experiencias personales y ancestrales de dolor y sufrimiento que el yo, con cierto acopio de libido asociado a las experiencias amorosas y placenteras que provienen de su relación íntima con sus objetos emocionalmente significativos, tratan -en función de la experiencia mencionada-, conducir al yo (o self) "hasta la etapa alucinatoria de deseos" intentando velar la vivencia dolorosa realmente acontecida.
Cuando una persona despierta de un sueño angustiante al tomar contacto con la realidad circundante expresa: "Era solo un sueño", intentando con ello negar lo que percibía alucinatoriamente. Quien alucina oníricamente reedita las vivencias espantosas que en el psicótico estructuran su persona.
En este escrito Ángel y Betty Garma muestran que Freud se apoyó en el análisis de la megalomanía para desarrollar su concepción del narcisismo obviando la entrega masoquista del yo al superyó -tal como ocurrió en el caso Schreber y en el Hombre de los lobos- cuyo objetivo era negar su heterosexualidad.
Para avalar su oposición a la teoría freudiana recurren al Freud de Moisés y la religión monoteísta quien al aludir a que la renuncia a lo pulsional por razones externas es displacentera por obediencia al superyó, agrega: " Además de la inevitable consecuencia de displacer, le trae al yo también una ganancia de placer, por así decir una satisfacción sustitutiva. El yo se siente enaltecido, la renuncia a lo pulsional lo llena de orgullo como una operación valiosa". "El superyó es sucesor y subrogador de los progenitores (y educadores) que vigilaron las acciones del individuo en su primer período de vida; continúa las funciones de ellos casi sin alteración. Mantiene al yo en servidumbre, ejerce sobre él una presión permanente". "Siente su reconocimiento ( del amo) como liberación y satisfacción…" "Cuando el yo le ha ofrecido al superyó el sacrificio de una renuncia de lo pulsional, espera a cambio, como recompensa, ser amado más por él. Siente como orgullo la conciencia de merecer este amor" . Ángel y Betty Garma expresan que el orgullo es la manifestación de sometimiento masoquita al superyó castrador.
Asimismo lo Garma sostienen, intentando dar un paso más en la concepción de la hipocondría, que las sensaciones dolorosas y molestas se deben a que que el sujeto está cargado de pulsión de muerte y que la concentración de libido en el órgano enfermo tiene como finalidad liberar las cargas tanáticas que se manifiestan en forma de dolor.
Nuestros autores finalizan su escrito mencionando dos ideas que promueven el desarrollo de la condición humana: la reelaboración de Ángel Garma de la tragedia edípica a la que interpreta como una "novela familiar" en la que se fantasea haber realizado el incesto y el parricidio habida cuenta que imagina que son sus padres quienes no lo son, incrementando el sentimiento de culpabilidad, por ello destaca nuestro autor: "Dependiente de la escotomización del sometimiento masoquista al superyó está el hecho de que al considerar la tragedia de Edipo, Freud mencione, sin darle importancia, que mucho antes que Edipo matase a Layo, Layo quiso matar a Edipo"; la segunda concepción se refiere a que la preponderancia del amor a sí mismo no se opone al amor a los objetos, porque quien se ama bien a si mismo busca amar a los demás, distinguiendo que el amor a los demás es lo que introduce libido en el individuo creando dentro de él objetos buenos que incrementan su autoestima, asimismo contradice al inventor del psicoanálisis al afirmar que la relación amorosa no descarga sino que carga, porque incrementa la valorización del yo.
La motivación que produjo en Freud el contacto con Charcot fue el impulso para empezar a comprender la conducta del fenómeno humano sin someterla a la concepción biologista imperante en su época. La biología era para él fundamento necesario de la nueva estructuración de la materia viva cuyo neocórtex cerebral, a diferencia de los grandes monos disponía de mayor conexión neuronal, lo que posibilitó el desarrollo de los procesos simbólicos expresados fundamentalmente en

S. Freud: Tomo XXIII, página 113. Amorrortu editores. El destacado es mío.

la construcción de un lenguaje, una de cuyas consecuencias fue el aceptar la presencia de oposiciones, distinguiéndose en el homo sapiens -una de las razas humanas- la lenta consciensación de ser el único animal que ama y odia.
El inventor del psicoanálisis vislumbró la importancia nodal de las manifestaciones afectivas que no dependían de la biología -aun cuando ella fuera su sustento-, sino de la biografía, comprendió que debía transitar por el camino de una psicología nueva que estuviera más allá de la psicología de la consciencia imperante en su época, por ello su teoría psicológica se construye agregando al vocablo psicología la raíz: Meta.
Comprendió que las graves afecciones mentales le permitirían vislumbrar la conducta normal. Su interés por los sueños y por su característica fundamental: la alucinación onírica tenía antigua data, las cartas a su prometida lo atestiguan. Su Interpretación de los sueños produjo tal ruptura epistemológica que modificó la comprensión de las manifestaciones artísticas, científicas, técnicas y el significado del desarrollo de la historia. Desde su aparición en el año 1900 nunca fue modificada porque sus elaboraciones teóricas producto de un minucioso análisis macro y microscópico fue tan abrumador y desconcertante que aun mentes preclaras no estimaron que sería modificable.
Ángel Garma, siguiendo el derrotero marcado por su maestro inició su investigación ocupándose de las perturbaciones psicóticas, tal como lo hizo Freud, lo que lo incitó a estudiar el origen y sentido de los sueños cuya teoría es el fundamento de la clínica psicoanalítica, siendo tal su asombro al vislumbrar que los sueños podían revelar un significado que había permanecido oculto que se animó a revelar lo que estaba ínsito en su teoría y que su maestro no destacó.
En función de ello estimo que el psicoanalista vasco-argentino es un re-descubridor del significado de los sueños que enaltece la figura de Freud porque nos ha mostrado con sus nuevas aportaciones a la teoría de los sueños que así como existen conocimientos que apresan hay conocimientos liberadores y la ideología psicoanalítica pertenece a estos últimos.
Estoy convencido que un homenaje a Freud, al psicoanálisis y a Ángel Garma es transcribir estas líneas que nos legó el descubridor del psicoanálisis:
"El soñar es una regresión a la condición más temprana del soñante, una reanimación de su infancia, de las mociones pulsionales que lo gobernaron entonces y de los modos de expresión de que disponía. Tras esta infancia individual, se nos promete también alcanzar una perspectiva sobre la infancia filogenética, sobre el desarrollo del género humano, del cual el individuo es de hecho una repetición abreviada, influida por las circunstancias contingentes de su vida. Entrevemos cuan acertadas son las palabras de Nietzsche: en el sueño <<sigue actuándose una antiquísima veta de lo humano que ya no puede alcanzarse por un camino directo>>; ello nos mueve a esperar que mediante el análisis de los sueños habremos de obtener el conocimiento de la herencia arcaica del hombre, lo que hay de innato en su alma. Parece que sueño y neurosis han conservado para nosotros de la antigüedad del alma más de lo que podríamos suponer, de suerte que el psicoanálisis puede reclamar para sí un alto rango entre las ciencias que se esfuerzan por reconstruir las fases más antiguas y oscuras de los comienzos de la humanidad" .

BIBLIOGRAFIA

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Borges, J.L.: "Poesía completa". Penguin Random House. Impreso en Barcelona. Tercera reimpresión 2020.
Freud, S.: "La interpretación de los sueños". Tomos IV y V. Amorrortu editores.
" : "Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis". Tomo XXII. Amorrotu editores.
Freud, S.: "Conferencias de introducción al psicoanálisis". Tomo XV. Amorrortu editores.
Freud, S.: "De la historia de una neurosis infantil". Tomo XVII. Amorrortu editores.

S. Freud: Tomo V, página 542. Amorrortu editores. El destacado en negrita es mío.

Freud, S.: "Fragmento de análisis de un caso de histeria". Tomo VII. Amorrortu editores.
Freud, S.: "El yo y el ello". Tomo XIX. Amorrortu editores.
Freud, S.: "Introducción del Narcisismo". Tomo XIV. Amorrortu editores.
" : "Complemento metapsicológico a la doctrina de los sueños. Tomo XIV. Amorrortu editores.
Freud, S: "Moisés y la religión monoteísta". Tomo XXIII. Amorrortu editores.
Garma, A.: "Nuevas aportaciones al psicoanálisis de los sueños". Editorial Paidós. Buenos Aires 1970.
Garma, A.: "El psicoanálisis. Teoría, clínica y técnica". Editorial Julián Yebenes, S.A. Madrid 1993.
Garma, Betty y Ángel: "La escotomización del sometimiento al superyó en la teorÍa de Freud del narcisismo". Revista de psicoanálisis de la Asociación Psicoanalítica Argentina. Tomo XXIII, Nº4. Buenos Aires 1976.

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